Los antirockers son un tipo de ruedas especializadas utilizadas en patines agresivos, diseñados para trucos y acrobacias en patinaje callejero o en rampas. Estas ruedas son más pequeñas y duras en comparación con las ruedas regulares, y su función principal es mejorar el control al grindar (deslizarse por barandillas, bordillos u otras superficies).
Características principales de los antirockers:
Tamaño pequeño: Normalmente son más pequeñas que las ruedas estándar. Suelen tener diámetros entre 40 y 45 mm, lo que les da un perfil bajo y permite que los patinadores tengan más espacio para realizar trucos de grind.
Dureza: Los antirockers son mucho más duros que las ruedas regulares de patines, lo que significa que no están diseñados para rodar, sino para servir como "espaciadores" que facilitan los grinds. A menudo tienen una dureza cercana a 100A o más, lo que evita que se desgasten rápidamente al golpear superficies duras.
Posicionamiento: Se colocan generalmente en las posiciones centrales del patín (la segunda y tercera rueda) en configuraciones de cuatro ruedas. Las ruedas delanteras y traseras son ruedas regulares, mientras que los antirockers en el centro brindan mayor estabilidad para deslizarse en superficies.
Función en el grind: La forma rígida y pequeña de los antirockers permite que el espacio entre las ruedas sea más amplio, facilitando el deslizamiento sobre bordes, rieles y otras superficies. Ayudan a evitar que las ruedas "muerdan" la superficie al grindar, lo que podría detener al patinador abruptamente.
Materiales: Generalmente están hechos de materiales como plástico o uretano duro, ya que su objetivo no es proporcionar rodadura, sino resistencia a los golpes y fricción durante los trucos